El calcio se encuentra en toda la planta. Es imprescindible para muchos procesos, pero sobre todo para el crecimiento. Tiene un efecto regulador sobre las células y contribuye a la estabilidad de la planta en su conjunto.
Las plantas disponen de dos sistemas de transporte: el xilema y el floema. La mayoría de los alimentos pueden ser conducidos a través de ambos sistemas; no así el calcio. Ya que el calcio puede ser conducido casi exclusivamente por el xilema, se trata de un elemento que dentro de la planta es casi inamovible. Por ello es importante que siempre haya suficiente calcio en el entorno de las raíces para que pueda ser absorbido de forma continua por la planta.
- ¿Qué es y qué es lo que hace?
- Es importante en el proceso de crecimiento.
- Tiene un efecto regulador en las células y contribuye a la estabilidad de la planta.
- ¿Qué puedes ver?
- Manchas amarillas/marrones, rodeadas por un borde de un color marrón intenso.
- ¿Qué puedes hacer?
- Añade calcio mediante una solución fertilizante de nitrato cálcico.
Síntomas de una deficiencia
Las hojas grandes y más antiguas serán las primeras en presentar síntomas carenciales. A menudo no se trata de las hojas más bajas sino de las inmediatamente superiores (igual que en caso de una falta de magnesio). La deficiencia de calcio se reconoce por la formación de manchas amarillas/marrones que habitualmente presentan un estrecho contorno marrón bien definido. Además se frena el crecimiento y en casos serios resulta en ápices más pequeños que no se cierran del todo. El resultado es fácil de imaginar: una cosecha muy pobre.
Desarrollo en orden cronológico
- La presencia en la hoja de manchas amarillas/marrones bien definidas con un contorno marrón. Los síntomas suelen aparecer rápidamente; en sólo dos semanas ya son visibles las primeras manchas en las hojas más antiguas. Por regla general, las manchas comienzan como pequeños puntos marrones claros que luego van creciendo.
- Pasadas dos semanas, aparecen cada vez más manchas en las hojas más antiguas; a menudo también en sus bordes, como si se tratase de una deficiencia de potasio o síntomas de quemaduras. No obstante, no suele ser difícil encontrar las diferencias con una falta de potasio: en caso de la deficiencia de calcio, los contornos de las manchas están claramente definidos y no todas tienen su origen en el borde de la hoja. Además se puede observar frecuentemente un retraso en el crecimiento, ya después de una semana.
- En algunos casos, las yemas empiezan a rizarse y tienen hojitas delgadas y débiles sin manchas.
- Se mueren las hojas antiguas y alrededor de las marcas necróticas se pueden formar otras manchas mustias y amarillentas. Cuanto más antigua sea la hoja, más graves serán los síntomas.
- También se frena y atrasa la floración y el número de pistilos se reduce considerablemente. Los ápices no se cierran y no llegan a su tamaño normal y los pistilos se ponen marrones más rápidamente.
Causas de una deficiencia
- Fertilización insuficiente o equivocada.
- Cultivo sobre suelos que ligan el calcio.
- Un exceso de amonio, potasio, magnesio y/o sodio en el suelo. Entre estas sustancias, el amonio es el que más frena la absorción del calcio y el sodio el que menos.
- Problemas con la evaporación, debido a un valor de EC demasiado alto, o una humedad relativa demasiado alta o baja.
¿Qué hacer?
- Si el valor de EC en el substrato o suelo es demasiado alto, se le puede lavar bien con agua limpia, eventualmente acidulada.
- Si el suelo no tiene calcio suficiente, puede ser añadido en forma de dolomita, yeso, espuma de defecación, caliza silícea de potasio, caliza silícea de magnesio, superfosfato de tripolito o nitrato cálcico. Hay que tener mucho cuidado con los fertilizantes que contienen cloruros.
- A través de la alimentación se puede administrar calcio adicional mediante fertilizantes cálcicos líquidos, por ej. una solución de nitrato cálcico. En caso de un suelo demasiado ácido, se pueden utilizar abonos cálcicos para incrementar el valor pH.
- Utilice buena tierra de cultivo no demasiado ácida. Un suelo ácido sufre generalmente una deficiencia de cal. Una buena tierra de cultivo o coco llevan cal previamente añadido.
¡Atención!
Un exceso de calcio también es perjudicial ya que frena el crecimiento y provoca el oscurecimiento de la planta. Además puede ser responsable de deficiencias de boro, manganeso, cinc, magnesio o, a veces, también de cobre.