Cada célula de una planta puede reproducirse y así recuperar los daños causados por cualquier motivo. Se puede comparar con la formación de una costra en una herida, esta permite que la piel de una persona pueda recuperarse y volver al estado original. Actualmente, ya hemos acumulado tantos conocimientos en esta materia que podemos implantar el corazón de una persona (clínicamente muerta) en otra persona. En el cultivo de plantas, esta técnica ya existe desde hace mucho tiempo. Se denomina injertar.
¿Qué es injertar?
Para hacer un injerto también unimos una parte de una planta con otra planta. Tenemos que tener en cuenta, sin embargo, que la planta debe pertenecer a la misma familia. Esto significa que podemos insertar una parte de un manzano de manzanas rojas en uno de manzanas verdes, pero no un naranjo en un manzano. Es decir, para injertar se tiene que saber algo de plantas.
Ejemplos extraños de plantas de la misma familia son:
- patata - tomate
- lúpulo - cáñamo
- manzana - pera
Para injertar se necesitan, pues, 2 plantas que deben unirse una encima de la otra. A la parte inferior se llama patrón y la parte superior injerto.
¿Pero, por qué se hace?
Las raíces de algunas variedades de plantas 'silvestres' pueden empujar la savia con mucha más fuerza hacia arriba que las de algunas variedades cultivadas y, gracias al transporte de más agua y nutrientes, el árbol puede producir más frutos. Especialmente en ciruelos se suele injertar la variedad 'buena' en una variedad 'silvestre'. El patrón es tan fuerte que produce continuamente nuevos vástagos. Estos se deben podar cada año para que la savia siga fluyendo a la planta buena.
Pero también puede ser que la variedad 'buena' no tenga un sistema radicular adecuado para sobrevivir en ciertos tipos de suelo, o sea propenso a enfermedades de la raíz. En la mayoría de las plantas se mira, sin embargo, sobre todo, al injerto (la parte superior).
El manzano necesita muchos años antes de alcanzar la madurez y producir frutos. Algunos manzanos necesitan hasta 5-7 años. Al injertar una rama de un árbol viejo en uno joven, injertas también la edad de la rama. Esto significa que el nuevo árbol ya puede producir frutos el año siguiente, acelerando así el proceso de desarrollo.
Los manzanos requieren polinización cruzada. Esto significa que dependen del polen de otro manzano (u otra variedad de manzano). En lugar de plantar un árbol completo de otra variedad, se injerta una rama de una variedad determinada en el árbol de producción. De esta manera, los árboles siguen siendo productivos y los injertos se pueden plantar en varios sitios en la huerta sin sacrificar la producción.
¿Cómo hago un injerto?
En los cultivos herbáceos se corta un esqueje de la variedad de planta de la que se desea la producción final. Además, se necesita otra variedad de la que se corta la parte superior. Es muy importante que los tallos tengan el mismo grosor para que los vasos de conducción de los tallos queden perfectamente ajustados. Si se cortan ambos tallos bajo un ángulo de 60° se amplía la superficie de las heridas, creando más superficie de contacto en la unión. Se coloca un tallo encima del otro y con una cinta adhesiva se unen firmemente ambos extremos. Para mayor soporte se puede colocar un palito como tablilla.
Una planta herbácea se cicatriza rápidamente, de forma que después de 3 semanas se ha agarrado completamente. Pero como el transporte de agua del injerto se interrumpe temporalmente, no debe deshidratarse. Por eso no debe colocar la planta bajo la luz directa del sol, y debe protegerla colocándola en una bolsa de plástico para evitar que se deshidrate.
En los cultivos leñosos, los vasos conductores están agrupados en el tallo y tienen diferentes funciones. En la parte interior, la médula (madera), sube el agua y los nutrientes, y en la parte exterior, la corteza, bajan los azúcares y las hormonas. Es muy importante que el injerto esté siempre en contacto tanto con la médula como con la corteza. Para lograrlo existen varias técnicas.
Injerto de púa
Lo mejor es utilizar un trozo de rama de un árbol que ya ha producido frutos. Esta rama debe tener como mínimo 2 'yemas' (nudos donde crecen las hojas) como injerto. Lo mejor es que la planta esté en el periodo de reposo, es decir de noviembre a marzo, cuando las ramas (injertos) no tengan hojas.
El patrón, que tiene que tener al menos 1 año, también debe estar en reposo. Corte la parte superior bajo un ángulo de 10°. Este ángulo es importante y evita que el agua de la lluvia quede estancada en la herida y cause podredumbre.
Los métodos de injerto
- En algunas variedades se puede aplicar la misma técnica que en cultivos herbáceos descrita arriba.
- Corte 2 incisiones verticales por la corteza en la parte superior del patrón y abra la corteza.
- Corte el injerto en la parte inferior bajo un ángulo de 60°.
- Inserte el injerto bien en la corteza abierta.
- Vuelva a atar la corteza firmemente con una cuerda de lino o cáñamo (o cinta adhesiva de papel).
- Procure que toda la superficie de la herida del injerto quede cubierta en la corteza.
- Cierre la herida, además, con cera (también puede utilizar cera de vela).
- En la primavera se deben sacar todas las demás yemas del patrón.
Injerto de yema
En principio, la técnica es la misma que para el injerto de púa. Pero en vez de un trozo de rama, solo se injerta la yema (nudo) con un poco de corteza de la rama lateral.
Hacer un injerto de yema
- Corte la yema más 1 cm de corteza por debajo de la yema y 1 cm por encima de la yema. Recuerde lo que es la parte superior de la corteza.
- Saque la médula (parte leñosa) del injerto.
- De esta forma se crea un mejor contacto entre la corteza y la madera del patrón.
- Haga en el patrón una incisión en T en la corteza y abra la corteza.
- Inserte la yema lo más profundo posible en esta incisión (tenga en cuenta la parte superior e inferior del injerto).
- Haga una incisión en la corteza (superior) del injerto encima de la yema, exactamente donde empieza la corteza del patrón.
- Vuelva a atar la corteza firmemente con cuerda de lino (no sobre la yema).
- Cierre la herida con cera de vela (incluyendo la yema).
El resultado final son 2 perales que aseguran una buena polinización cruzada, y garantizan así un árbol lleno de frutos. Esto no es ingeniería genética, sino aprovechar las maravillas de la naturaleza.
Injerto de aproximación
En plantas herbáceas, uno de los métodos de injerto más utilizado es el de aproximación. Partiendo de dos plantas de pequeño tamaño (por ejemplo, dos esquejes ya enraizados) o de dos ramas no muy gruesas, en el tallo de una de ellas se realiza un pequeño corte longitudinal de 0,5 o 1 cm hacia abajo. Este corte debe de ser lo más limpio posible, por lo que se recomienda la utilización de cuchillas. Dicho corte no debe de ser muy profundo. En la segunda planta se realiza el mismo corte pero esta vez hacia arriba. Estos cortes deben de estar a la misma altura en las dos plantas.
Una vez realizados los cortes en los tallos, se juntan ambos y se unen entrelazando los cortes realizados. Es por eso que se denomina a este método de aproximación. La zona de unión se cubre con un trozo de plástico o de teflón (el que se utiliza para la unión de tuberías). Pasadas un par de semanas, la zona de unión se habrá soldado, de forma que las dos plantas estarán fusionadas por el tallo (como si se tratase de plantas “siamesas”).
Hecho esto, se procede a cortar la parte superior del tallo (por encima de la zona de unión) de la planta cuyo sistema radicular quiere ser utilizado como patrón o portainjerto. Del mismo modo, se corta el tallo por debajo de la zona de unión de la planta que será el injerto, el cual crecerá y dará la producción.