¿Te gusta super picante? ¿Deseas que el calor del sol entre en el santuario de tu plato? ¿Te gusta más picante que el magma? Entonces quédate a conocer la Naga Jolokia y sus fieras amigas. No es que queme, es que es incineradora, justo como a ti te gusta.
Las guindillas son a mi mesa lo que las campanadas al comienzo del baile. Como buenas golosinas que entran fácilmente por los ojos, estas señoritas, con sus coloridos trajes, se venden con facilidad. Algunas son más picantes que otras, incluso demasiado picantes o más que demasiado picantes, como es el caso de la Naga Jolokia. Las guindillas, ya sean dulces o picantes, son una especie del género Capsicum -un término que deriva de la palabra griega kapto, que significa tragar saliva- y de la familia de las solanáceas, entre las que también se cuentan las patatas, los tomates y las berenjenas. Sin embargo, no guardan ningún parentesco con la Piper nigrum, la pimienta que utilizamos para sazonar.
Cuando Colón probó esos pequeños y picantes “frutos del bosque” rojos que descubrió en sus viajes por el Caribe, pensó que había llegado a la India, de donde los europeos obtenían la pimienta negra, y esta fue la razón de que lo bautizase con el nombre de pimienta roja. Como más tarde descubriría el resto del mundo, estaba ligeramente equivocado, pero el nombre ya se había grabado a fuego, a pesar de que los indígenas de las Américas llevaban cultivando y disfrutando la guindilla dulce y la picante durante 7000 años aproximadamente. Una vez esta alcanzó las costas españolas en los barcos de Colón, los comerciantes la distribuyeron por el resto del mundo y en todos los lugares resultó ser un éxito absoluto. La guindilla se asentó en las cocinas envolviendo platos típicos de Marruecos a Hungría, de la India a China.
Como morir
En algunos lugares se prefiere la comida más picante que en otros. Debido a la facilidad con la que se cultiva la guindilla, los cultivos se extendieron por todo el mundo, siendo la Naga Jolokia una de las más picantes de entre las variedades más picantes de este pequeño planeta azul. De hecho, desde 2007 hasta 2010 permaneció en el Libro de los récords Guinness como la más picante del mundo. Esa pequeña jovenzuela naranja y roja alcanzó el millón de unidades en la escala Scoville -escala que define lo picante que puede ser una guindilla- y eso supone ser 400 veces más picante que el Tabasco
Comerse una Naga Jolokia tiene truco, porque recién puesta en la boca tiene un sabor dulce, sin embargo, 45 segundos después una fiera sensación comienza a apoderarse de ti y continúa aumentando de intensidad durante 10 o 15 minutos. Como mínimo, experimentarás una dolorosa y punzante sensación en la lengua. Tus labios, encías y el interior de tu boca podrán hacerte llorar también y puede que empieces a sudar por el torso y que tu corazón comience a latir más rápido. El calor comenzará a remitir media hora después de haberla comido. Digonta Saikia, un granjero de la India que cultiva esta variedad de guindillas, le dijo a la NBC News que comerse una es “como morir”, por la intensidad de su picor. Super divertido ¿No? Sí, sabes que las quieres.
Picante y saludable
¿Te he convencido ya para que la cultives tú mismo? Deja que le eche un poco más de pimienta al asunto. Las guindillas son muy sanas. Cuando están maduras (y, por lo tanto, rojas) contienen más vitamina C que las frutas cítricas, ingentes cantidades de vitamina E y muchísimo caroteno. Lo que hace que la Naga Jolokia pique es la capsaicina; cuanto más picante la guindilla más capsaicina tiene.
Este fitoquímico existe, principalmente, para disuadir a los animales de comerse las guindillas y es, además, un componente activo de los esprays de pimienta utilizados para defensa personal. Sin embargo, también ofrece una miríada de beneficios para la salud del ser humano, si no te dedicas a restregártelo por los ojos.
Un estudio publicado relativo a la investigación del cáncer afirma que la capsaicina hace que las células cancerígenas se autodestruyan. La sustancia hizo que muriera casi el 80% de las células cancerígenas del cáncer de próstata en ratones, y que los tumores tratados con capsaicina quedaran a un quinto del tamaño de los tumores de los ratones que no habían sido tratados.
La capsaicina también es utilizada como analgésico. Varios estudios afirman que la capsaicina previene y alivia los dolores de cabeza, las migrañas y los dolores de cabeza sinusales. Por ser tan picante, también ayuda a estimular secreciones para limpiar mucosidad de las fosas nasales, aliviando así la congestión nasal. Este fitoquímico también puede aliviar síntomas de alergia relacionados con la sinusitis.
Cultívalo tú mismo: Naga Jolokia
¿Te gusta super picante? ¿Deseas que el calor del sol entre en el santuario de tu plato? ¿Te gusta más picante que el magma? Entonces quédate a conocer la Naga Jolokia y sus fieras amigas. No es que queme, es que es incineradora, justo como a ti te gusta.
Agente antiinflamatorio
La capsaicina es también un potente antiinflamatorio al que se le está considerando para el tratamiento de la artritis, la psoriasis y la neuropatía diabética. Un estudio de la Duke University (US) ha descubierto que la capsaicina puede llevar a la cura de la enfermedad intestinal inflamatoria (EII). La sustancia puede ayudar también a matar bacterias como la H. pylori, la cual puede prevenir úlceras estomacales. Por último, pero no por ello menos importante, la capsaicina puede ayudar a proteger el corazón reduciendo los niveles de colesterol, triglicéridos y la agregación plaquetaria. También puede ayudar al cuerpo a disolver la fibrina, la cual es necesaria para que se formen los coágulos de sangre.
Además, se sabe que las culturas que hacen uso de las guindillas alegremente en su cocina manejan un número de ataques al corazón e infartos significativamente menor que las que no las utilizan tanto. Sin embargo, la lista de beneficios para la salud no acaba aquí, porque también ayuda con la pérdida de peso, ya que, al aumentar la capsaicina la actividad metabólica, se queman calorías y grasas. Pero, si te gustaría algo un poco menos picante, más relajado, solo tienes que tener en cuenta que alrededor del 80% de la capsaicina de una guindilla está en sus costillas y semillas, por lo que la mayoría del picante desaparece cuando se les quitan estas partes.
Cultívala tú mismo
Las especies raras como la Nara Jolokia son difíciles de encontrar, ya que casi en ninguna verdulería las venden, por lo que tendrás que pedir las semillas por internet
El cultivo de la Nara Jolokia es difícil comparado con el cultivo de otras guindillas debido a sus necesidades de humedad y calor, las cuales están directamente relacionadas con su nivel de pique. Para cultivarlas correctamente el clima debe ser lo más parecido a su lugar de procedencia, la India, que tiene cinco meses continuados de elevada humedad y temperatura. Si tu periodo de cultivo es corto, puedes poner las plantas en el interior durante la noche, pero las plantas sufren los cambios y mucho movimiento puede dañarlas irreparablemente.
Si quieres saber más sobre La Influencia de la Temperatura Ambiental en las Plantas haz clic en el link.
Mejor en interior
La forma más segura de cultivar Nara Jolokia es en interior o en un invernadero donde las temperaturas puedan mantenerse a 24ºC. Las semillas tardan aproximadamente 35 días en germinar en suelos cálidos de entre 27ºC a 32ºC, manteniendo el suelo húmedo constantemente.
Utiliza tubos fluorescentes de luz solar para mantener la temperatura y la humedad. Fertiliza las plantas recién plantadas y repítelo dos o tres veces más durante su crecimiento. También puedes utilizar un fertilizante de liberación controlada durante todo el crecimiento. Por último, mantén un régimen de riego continuo para evitar ahogar a las delicadas guindillas.
Arranca las primeras flores
Aunque no te guste la idea, deberás arrancar las flores tan pronto como salgan. Esto no dañará a la planta, por el contrario, le ayudará a focalizar su energía en el crecimiento de las guindillas y así, para el final de la cosecha, habrás conseguido numerosas guindillas de considerable tamaño (y una cosecha mejor en su totalidad), en lugar de solo unas pocas y pequeñas.
Recoge la recompensa
Puedes recolectar las guindillas cuando estén aun verdes (sin madurar completamente), pero, cuanto más naranjas o rojas, más picantes serán. Como medida de prevención durante la recolección, utiliza guantes para evitar quemazón por causa de las guindillas. Puedes conservarlas en el congelador por una larga temporada.
Comer Nara Jolokia
¡Aviso importante! Cuando vayas a manejar la Nara Jolokia usa guantes para proteger tus manos y no te toques la cara ni los ojos. Lávate las manos con frecuencia y a conciencia y limpia tus utensilios de cocina muy bien. Si decides moler las guindillas ten cuidado de no inhalar el polvo que pueda producirse al hacerlo. También sería una buena idea que te pusieses gafas. Ahora sí ¿Preparados? ¡A por ellas!
Receta: Sal de Nara Jolokia
Con esta receta le sacarás el mayor partido al sabor de la señorita Nara Jolokia y la conservará en buen estado. La sal absorbe el picante de las guindillas, lo cual es fantástico porque la sal se disolverá en cualquier cosa que cocines y distribuirá el pique por todo el plato sin cambiarle demasiado el sabor.
Necesitas:
- 2 tazas de Nara Jolokia o 1 taza de puré de Nara Jolokia
- 2 tazas de sal marina
Hazlo así:
Enjuaga las guindillas y quítale los tallos. Échalas en la batidora y bátelas hasta obtener un resultado muy fino. Mezcla las guindillas batidas y la sal en un bote. Remueve la mezcla una vez al día durante unos cuantos días (no pasa nada si lo olvidas alguna vez), esto ayudará a distribuir la sal. Observarás que se forma un líquido, así que puedes añadir más sal hasta que todo el líquido sea absorbido por esta, y estará listo para que puedas espolvorearlo sobre cualquier cosa loco del picante. ¡DISFRÚTALO!