Las raíces son una de las partes más importantes de la planta para absorber nutrientes y agua. Para ciertos cultivadores son tan importantes que antes de regar siempre comprueban el sistema radicular.
El cimiento
Las plantas necesitan raíces para mantenerse derechas y no ser derribadas por el viento. El sistema radicular sirve, además, para absorber agua y nutrientes.
Este sistema continuará aumentando en volumen mientras la totalidad de la planta, incluyendo las hojas, también siga creciendo. Cuando se alcance cierto equilibrio, la planta simplemente conservará su volumen y dejará de crecer, pero, incluso en este estado de equilibrio, las raíces seguirán creciendo aunque una parte de ellas morirá. Para comprender esto mejor, debemos dividir el sistema radicular en varias partes.
El sistema radicular
Tal y como hemos descrito arriba, el sistema radicular sólo aumentará en volumen si el resto de la planta también sigue creciendo. La transpiración de las hojas, sin embargo, también puede estimular el crecimiento de las raíces para bombear el agua necesaria. Finalmente, se crea un equilibrio entre las raíces y la planta.
Como regla general, se puede decir que el sistema radicular debe comprender el 30% del volumen total de la planta. A pesar de que esta regla puede aplicarse consistentemente a plantas de exterior, para cultivos en substrato no sirve; las plantas grandes en maceta pueden seguir creciendo siempre que se les administre suficiente agua y nutrientes, y se evite que la maceta esté demasiado seca o mojada. Para reducir el riesgo de que esto ocurra aconsejamos utilizar un medio de cultivo suficientemente grande (>200 L CANNA Terra/m2).
En hidrocultura se necesitan menos raíces para hacer crecer una planta grande, esto se debe al hecho de que cada pelo radicular puede absorber más agua y nutrientes. Esta es una de las razones por las que la hidrocultura tiene el potencial de generar mayor rendimiento.
Pelos radiculares
Los pelos radiculares son las partes de la raíz en la que se absorbe la mayor parte de nutrientes y agua. El ápice radicular produce diariamente nuevas células y, por consiguiente, también pelos radiculares. Si la planta carece de agua y/o nutrientes, asignará una mayor cantidad de asimilados (energía de fotosíntesis) a la producción de más cantidad de células en la cofia, lo cual también generará más pelos radiculares, hasta que la raíz transporte lo que la planta necesita (más agua o nutrientes). Los pelos radiculares más viejos morirán.
En la práctica, a medida que el medio se seque, las raíces buscarán más agua y producirán más células y, consecuentemente, más pelos radiculares. La capacidad de absorción aumentará porque se producen más pelos radiculares, pero los pelos radiculares más jóvenes entrarán en la tierra más ‘húmeda’. ¡La planta absorberá agua y a veces otras cosas! Por este motivo se aconseja, generalmente, mantener el medio más bien seco: al regar, algunos de los pelos radiculares se vuelen superfluos. Para reducir la pérdida de energía (energía de disimilación), los pelos radiculares más viejos morirán.
Si se riega la planta demasiado morirán todos los pelos radiculares, de hecho, las raíces se ahogarán y hará falta al menos tres días para que la punta de la raíz produzca suficientes células nuevas con nuevos pelos radiculares. La degeneración de pelos radiculares también se produce después de cambiar las plantas de maceta o moverlas violentamente. Si este es el caso, hay que se cauteloso los tres primeros días con el control climático y prestar especial atención al riego: no hay que regar demasiado, pero tampoco dejar que la planta se seque demasiado.
La raíz
A diferencia de los pelos radiculares, las raíces sí son visibles para las personas. Las células radiculares, esta vez sin pelos, se estiran para permitir la propulsión de la parte más joven de la raíz hacia arriba. Las células exteriores de la raíz se suberizan (forman una superficie dura, como la corteza de un árbol) y, a consecuencia de ello, sólo servirán como tubo para transportar el agua y los nutrientes absorbidos hacia el tallo y el resto de la planta.
Las plantas en la fase vegetativa aumentarán en peso, tanto encima como debajo del suelo. Incluso en la primera etapa de la fase generativa aumentará la superficie de las hojas y un clima activo hará que las raíces aumenten en volumen. Finalmente se alcanzará un equilibrio. Este equilibrio óptimo normalmente se produce al transcurrir un 50% a 70% del periodo de floración (por ejemplo, la semana seis de un ciclo de crecimiento de diez semanas).
En cultivos de diferentes sustratos la planta puede absorber diariamente de cinco a seis litros de agua/m2, pero en hidroculturas puede absorber más agua con menos cofias (¡pero no menor cantidad de pelos radiculares!).
Ápices radiculares
El ápice radicular se encuentra en el extremo de cada raíz y consiste en una cofia y una zona de crecimiento. La cofia es muy dura y protege la zona de crecimiento, de hecho, es tan dura que si la cofia tiene suficiente energía puede incluso agrietar y atravesar el asfalto.
En la zona de crecimiento detrás de la cofia se crean nuevas células, aquí se producen, además, la mayoría de las hormonas más importantes. Estas nuevas células hacen que las raíces sigan creciendo por el medio. Las raíces no sólo se alargan porque se crean nuevas células, sino también porque las células existentes se estiran. Las primeras células contienen, además, unas extensiones laterales denominadas pelos radiculares.